Érase una vez un príncipe. Era el más pequeño. Y era el más mayor. Era el favorito. Y era el preferido. Era el único príncipe en diez reinos a la redonda. Por eso todos lo llamaban Príncipe Único
El Príncipe Único tenía una mama reina que lo adoraba, un papá rey que lo mimaba, una doncella que lo cuidaba, un cocodrilo que lo protegía y...un TRONO. Un trono para él solo en el centro del castillo.
Cada mañana el Príncipe Único trepaba al asiento y allí hacia el pino. Entonces la reina, el rey, la doncella y el cocodrilo formaban un corro a su alrededor y saludaban: "Buenos días, a ti y a nadie más, Príncipe Único"
Un día el Príncipe Único oyó unos ruidos extraños, y corrió a toda velocidad hacía la gran sala. No podía creer lo que veía. O mejor dicho, lo que no veía. La reina no estaba , el rey no estaba, la doncella no estaba, el cocodrilo no estaba y ..¡ su trono no estaba!
_ ¡Han robado mi TRONO!_ exclamó.
Montó en su bicicleta, empuño su espada de plástico, abrazó su pato de peluche y avanzó por el castillo en busca del ladrón. Entró en la cocina..Ni rastro. Entró en el cuarto de baño...Nada. Entró en una habitación y...
Allí dormido en SU trono, había un ladrón del tamaño de un bebé. Y la reina, el rey, la doncella y el cocodrilo formaban un corro alrededor de él y decían: " Bienvenido, Príncipe Nuevo". El Prínci pe Único se acercó
_ ¡Ésa es MI mama reina!_ exclamó enfadado.
_Shhh..._susurró la reina_,lo despertarás...
_¡ Y ése es MI papá rey!_ chilló rabioso.
_ Shhh..._susurró el rey_ lo asustarás.
_Y esos son MI doncella y MI cocodrilo!
_ Shhh..._ susurraron la doncella y el cocodrilo_, lo aturdirás...
_ Y ese es MI TRONO_ berreó con voz muy finita.
Pataleó, se mordió las uñas, se metió el dedo en la nariz, estampó el pato de peluche contra la pared, rompió la espada y dejó la bici patas arriba. De tan furioso que estaba hasta tuvo que llorar un poquito.
_ Ya no me quieren.._ se quejó_. ¡Mañana mismo me voy del castillo!
Al amanecer preparó su mochila: metió el enfado, la tristeza y una pelota por si se aburría.Pero al llegar a la puerta se topó con la reina, el rey, la doncella, el cocodrilo y ... ¡El Príncipe Nuevo! Formaban un corro alrededor de un trono recién comprado. Uno más grande. Sólo para él. En letras muy bonitas ponía; " Este trono pertenece al Príncipe Primero". El Príncipe Primero se secó las lágrimas con la manga. Encontró su sonrisa perdida, que no andaba lejos. Saltó al trono. Señaló al Príncipe Nuevo y le anunció:
_ ya hablaremos tú y yo.
Bu..._ respondió el pequeño.
Grabiela Keselman